La familia es el núcleo de la sociedad, es el lugar donde se brindan los cuidados y valores necesarios para que cada uno de sus miembros puedan desarrollarse.
En cuanto al mundo emocional nuestras familias nos heredan sus fortalezas, pero también aquello que nos hace daño. Muchas familias han sufrido eventos dolorosos y la forma de afrontarlas muchas veces ha sido ocultándolas, evitando hablar de aquello o de aquellos que lastimaron o se desviaron del camino, pero ese secreto, ese dolor no desaparece ni se transforma (que es lo que se busca por medio de la terapia), sino que aparece a través de la enfermedad o del comportamiento de algún miembro de la familia y continúa haciendo daño de generación en generación.
Al abordar a la familia podremos adquirir mayores conocimientos sobre la etapa vital en la que se encuentran trabajando los desafíos propios de la etapa, promoviendo los apoyos emocionales necesarios y desarrollando habilidades para afrontar dichos desafíos.